A Carmen Cervera Giralt

El 31 de diciembre de 2022 a los 106 años de edad nos ha dejado Carmen Cervera Giralt, mi buena amiga.

La mujer que supo captar el momento del mundo en el que vivía, creando a las muñecas Gisela, Lilí y su hermanito Guni, las cuales han pasado a la historia del juguete por lo que será recordada.

Con ellas hizo soñar a las niñas de los años 40 y 50.

Se ha ido, pero su muñeca sigue deleitando a adultos y a niños en los museos y son objectos de culto entre muchos coleccionistas.

Entre los que la conocimos quedará su espíritu emprendedor e imaginativo y su bondad.

Sirva esta breve nota, para agradecerle los años de amistad que tuvimos y aquellas conversaciones tan animadas e interesantes que recuerdo con añoranza.

Expreso mi más sentido pésame a sus queridos sobrinos y a todos aquellos que la quisieron.

Con todo mi cariño,
Consuelo Yubero

Un juguete de ensueño para tiempos de escasez…

Mariquita Pérez nació en San Sebastian en 1938 por obra de Leonor Coello que se inspiró en su hija de dos años y con la colaboración de Pilar Luca de Tena. Tuvo unos padrinos de bautizo del renombre del maestro Jacinto Guerrero, el filósofo Eugenio D’ors, el escritor Victor de la Serna, o el director y actor Luis Escobar. Y de una fábrica de la localidad levantina de Onil, mil mariquitas salieron a recorrer la España de la posguerra. Surgió así la muñeca que se viste de verdad, el juguete preferido de las pequeñas españolas desde los años cuarenta hasta principios de los setenta.

Junto a su hermano Juanín protagonizó cuentos, hizo publicidad, apareció en programas de radio e incluso en una obra de teatro. Se vendió por todo el mundo y compitió con otras muñecas como Gisela o Cayetana.

Hoy Mariquita Pérez es una parte de la histora de la vida cotidiana de españa y se ha convertido en una pieza buscada y codiciada por los coleccionistas.

Las mas afortunadas pudieron gozar de más de una muñeca, ya que cada mariquita costaba cien pesetas, el sueldo base de un obrero de la época, mientras que una muñeca pepona costaba un duro, que era a lo que podian acceder la gran mayoría de las niñas de la época.

Mariquita Pérez fue creada con la intencion de que tuviese una «personalidad y biografía» Representó la personalidad a la que aspiraban las niñas de la época y enriqueció su biografía con la historia de su país.

La canción de Mariquita Perez

Niña, para un buen regalo
cuando el tio y el abuelo
y el padrino y los papás,
te pregunten lo que quieres
y no sepas contestar.
Diles, diles lo que quieres
diles, di que lo dirás.
Lo que quiero es la muñeca
que se viste de verdad.
Tendré traje y zapatillas
y pijama y delantal
y maleta y uniforme
y hasta un cuarto colosal.

Mariquita Perez
para las mujeres
desde que son niñas
retoños de hogar.
Mariquita Perez
¡qué elegante eres!
Pues el mes que viene
he de serlo más.

Corre, busca, mira, indaga,
por arriba, por abajo,
por delante y por detrás
de mi vida hay aventuras
donde siempre encontrarás
Dime, dime, de quién eres,
dime, di ¿me lo dirás?
qué curiosas las mujeres
si eres buena lo sabrás.
Tito, tito, tito, tito,
ten paciencia y ya verás
como pronto, muy prontito
niña lo averiguarás.

Mariquita Perez
para las mujeres
desde que son niñas
retoños de hogar.
Mariquita Perez
¡qué elegante eres!
Pues el mes que viene
he de serlo más.

Mariquita Perez
¡qué elegante eres!
Pues el mes que viene
he de serlo más.

Publicidad de Mariquita Pérez

PUBLICIDAD MARIQUITA PEREZ

 

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Pasa con nosotros que con la memoria de las cosas de la niñez, nos rejuvenecemos. Rodrigo Caro.

Mariquita Perez, abrió y cerró una generación, quizás una de las más dramáticas de la historia de España. Pero este momento de su existencia bastó para encender corazones apagados, disipar las cenizas de la pólvora quemada y encender el fuego de la esperanza.

Aquella tarde de Noviembre de 1.955, contrastaba con la dicha y felicidad reflejada en el rostro de la pequeña Carmencita, pues gruesos nubarrones de gris color se movían en el cielo Madrileño, amenazando aciago día para sus habitantes. Mas nada de esto parecía importarle a la niña que ilusionada y pletórica de alegría, caminaba de la mano de sus padres por la calle de serrano. Se dirigían a la tienda de Mariquita Perez, situada en esa misma calle, semiesquina con Conde de Aranda. Había empezado a llover, lo que hizo apurar el paso a la familia. Luisito, hermano menor de Carmencita, con travesura infantil corría para igualar el paso acelerado de los mayores. Nada de esto incomodaba a los padres de Carmencita, pues su entusiasmo parecía competir con el de la niña y la del pequeño Luis. Por fin llegaron al ansiado destino y el hado quiso premiar con justa recompensa la ilusión de la niña, pues aquel día la sorpresa fue mayúscula, una Mariquita deslumbrante, primorosa, guapísima y elegante aparece ante sus ojos que pestañean por la emoción. Un grupo de hermosas damas elegantemente vestidas y apuestos caballeros de finos sombreros de copas, formaban el marco de exposición de esta extraordinaria muñeca.

 

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El escenario es la puerta del sol que tiene como fondo unas hermosa y monumental fuente, exquisitamente decorada. Los niños contemplan con singular alborozo, con sus naricitas pegadas a los cristales, el tranvía de mulas desplazándose a la estación del ferrocarril, abarrotado de viajeros con sus equipajes, al tiempo que el reloj de la torre de la Gobernación, marca las doce del medio día. Los niños pegados al escaparate, caían como en una especie de éxtasis, el tiempo para ellos se detenía y abandonaban el mundo de tres dimensiones para penetrar en el mundo mágico del espíritu, extasiándose de dicha y felicidad. Unicamente volvían a la tierra cuando sus padres les decían que era hora ya de retirarse.

 

Los escaparates de la tienda mariquita perez situados en Serrano Nº 8 , eran una exposición permanente y se convirtió en el reclamo perfecto para aumentar las ventas , albergando temas monográficos que variaban según la época del año.

Recreaban con artistica fidelidad numerosas escenas de las mas importantes películas,obras de teatro,lugar ávidamente frecuentado por chicos y grande, por lo natural, bien dispuesto y logrado de los montajes.

 

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Iremos ampliando este apartado de escaparates.

 

 

PUBLICIDAD Y PROPAGANDA

 

Además de las tiernas historias de Mariquita, también, se idearon unos pequeños calendarios para acompañar al juguete. Con letras más grandes que las del cuento y, poesías muy fáciles para las niñas recién iniciadas en la lectura, la propia Leonor, redactó un poema para cada mes del año. Como muestra un botón: 

 

calendario En Enero salgo al mundo,

solo con un delantal

pero el resto del año

¡la de trajes que me harán!

En julio, como iré al mar,

Un traje para bañarme,

y cuando salga del agua,

albornoz para secarme.

En octubre mi uniforme,

pues ya el curso comenzó

y es preciso que me instruya

y empiece mi educación.

En diciembre duermo y sueño que llegan los Reyes Magos

Todo el año he sido buena,

me traeran muchos regalos,

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En la portadilla de este calendario – que Mariquita llevaba colgado de un bracito – había un dibujo de la propia muñeca saliendo de su caja de cartón, también, como no, de rayas rojiblancas. Después, cada página se ornamentaba con una viñeta coloreada a la que acompañaban los pareados. El contenido de los versos ofrece el nivel de vida del que la muñeca gozaba. Como sus dueñas, bastante bien situadas, podía ir a la playa, disponer de un amplio vestuario para todo el año… Los calendarios, también, pretendían satisfacer la curiosidad de todas las edades de las niñas que pudieran recibir una Mariquita. Así, se presentaban con el siguiente lema: las niñas del mundo entero desde que dejan la cuna hasta que son mujeres visten en Mariquita Pérez.

Las niñas se asombraron al escuchar, por primera vez, en sus aparatos de radio, la canción de su muñeca preferida. Mariquita Pérez se asomaba en los receptores a la hora de máxima audiencia, justo a tiempo de que toda la familia se acomodara con la intención de disfrutar de un nuevo capítulo de los seriales de moda en los años 40, como: Ha desaparecido un collar, Matilde, Perico y Periquín y/o Mientras la ciudad duerme. Este medio de comunicación fue sabiamente utilizado por Leonor, no sólo para propagar la publicidad de la muñeca, sino para crear programas en los que las dueñas pudieran participar. Así, nacieron espacios que lograron una gran aceptación como aquel que ofrecía Radio Juventud de España, el cual propició en 1959, la grabación de un disco de Canciones y Aventuras de Mariquita Pérez, donde el maestro Bermejo compuso la música para el anuncio de los trajes de la muñeca. Las melodías más canturreadas por las pequeñas seguidoras del programa, donde se pinchaba el disco, eran: En Belén una estrella brilló, El calendario y Los trajes de Mariquita Pérez. Además de música, los oyentes podían deleitarse con las aventuras de Mariquita y el duende Metomentodo, con los locutores, Miguel de los Santos y Ángela poniendo las voces, y el maestro Guerrero aderezando, con la música, el diálogo.

radio

Las ondas fueron, por consiguiente, un medio de publicidad idóneo para Mariquita Pérez. Anuncios en unas ocasiones y concursos en otras eran el pretexto perfecto para que la muñeca estuviera presente en todos los hogares españoles. En esos mismos espacios radiofónicos, se explicaron algunos detalles de la personalidad y existencia de Mariquita Pérez. Su creadora – en su afán de transmutarla en una niña casi de carne y hueso – decidió divulgar la biografía, también, por la radio. Muchas pequeñas, así, se enteraron de que Mariquita Pérez era hija de un militar andaluz, José Antonio Pérez de la Escalera, y de su esposa, una atractiva mujer de origen vasco llamada Marta Carvajal y Goicoechea. La muñeca fue educada, según estos relatos, en el colegio del Sagrado Corazón de Madrid – la escuela de Leonor y Pilar -, donde todo el mundo la apreciaba aunque, a veces, fuese un poco revoltosa.

A las chiquitinas les entusiasmaba hacer acopio de los datos biográficos de su muñeca. Además de comprar los relatos de Juan Cuentista y escuchar el programa por las tardes, todas se regocijaron al enterarse de otros detalles de Mariquita en una obra de teatro supervisada por la propia empresaria. Esta pieza dramática estuvo, incluso, a punto de estrenarse en el Teatro María Guerrero; sin embargo, el tesón puesto por el poeta y novelista, Agustín de Foxá, no obtuvo recompensa, ya que el nutrido reparto de la obra impidió su representación. Las actuaciones teatrales de Mariquita Pérez no sólo eran un novedoso vehículo de publicidad sino que, al tiempo, las niñas aprendían los primeros rudimentos del arte de la interpretación.

La inquietud empresarial de Leonor no cesaba. Los jueves por la tarde era el momento más esperado por las niñas y niños de la época: ese día no había colegio. Leonor aprovechó tal circunstancia para llevar a cabo una nueva iniciativa que bautizó como, Los jueves de Mariquita Pérez. La creadora imaginó que las tardes de ese día podrían valer para organizar concursos o alumbrar tertulias infantiles. El exuberante jardín de la tienda de Nuñez de Balboa se adecentó para servir de marco incomparable al desarrollo de estas actividades. Allí, se montaron merendolas y se seleccionaron premios para las niñas que se presentaran mejor vestidas; eso sí, con prendas idénticas a las de su Mariquita Pérez. Leonor hacía un llamamiento a la participación desde la radio. niaymuecaLas madres enviaban fotografías de sus pequeñas con un muñeco entre los brazos para concursar en los Jueves de Mariquita, donde se premiaba a la niña más vistosa y fiel a su pequeña amiga en el vestuario. El negocio salió redondo, ya que todas las niñas pedían un nuevo traje a sus madres para poder ganar el concurso de Mariquita Pérez. El certamen se revistió de toda la pompa que merecía, de tal manera que un jurado se encargó de adjudicar quién se hacía acreedora del premio de cada semana.

La competencia que ejercían el resto de las muñecas no hacía más que servir de nuevo acicate para esta contumaz emprendedora. Gisela, Cayetana y el resto de las muñecas empezaron a lucir, también, vestidos y complementos para ganarle terreno comercial a Mariquita. Leonor, entonces, ideó una nueva y original propuesta. Ésta consistió en ceder la marca, Mariquita Pérez S.A., para la publicidad de productos ajenos a la muñeca. Su creadora llegó a componer la mayoría de los mensajes publicitarios, tales como:

¿Por qué Mariquita Pérez

está siempre hecha un primor?

Porque usa sin duda alguna

Jabón Lux de tocador.

O aquel otro que decía:

¿Qué hace Mariquita Pérez

cuándo está en casa sola?

Se dirige a la nevera

y bebe una Coca-Cola?

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Cuando Mariquita Perez

obsequia a su Mamita

le compra medias París

porque son las más bonitas

 

Cuando Mariquita Perez

Se encuentra muy resfriada.

Toma al momento geniol

Y en el acto está aliviada.

Como Mariquita Perez

Tiene un cuarto muy bonito,

Lo pinta muy a menudo

Con pinturas pajarito.

Hasta se promocionaban materiales de interés comercial para el gobierno:

Desde Madrid a la China,

desde la China al Japón,

las niñas del mundo entero

se visten con algodón.

No solo para el mercado nacional realizó Leonor anuncios comerciales, también lo hizo para países tan diferentes como Argentina y Reino Unido.niaymarip

Porqué Mariquita Perez

Luce sin gastar millones….

Porque ella aprovecha en Harrod’s

 

Todas las liquidaciones.

Porqué Mariquita Perez

Llega siempre la primera,

Pues porque en Trust Joyero

Compró un reloj de pulsera.

Como Mariquita Perez

Tiene alma de “sibarita”

Ya le ha comprado a Tinelli

Un lote en Calamnchita

Mariquita Pérez se convirtió de esta peculiar forma en la compañía habitual de los viajeros que se trasladaban en atestados tranvías hacia su lugar de trabajo, se aliviaba su espera admirando los carteles comerciales de Mariquita Pérez.

Por aquel entonces, mediados de los años 50, se hicieron muy populares los desfiles a beneficio de asilos de ancianos, de hogares de niños huérfanos y de hospitales de heridos de guerra.pasarela El desparpajo de Leonor logró que hijos y nietos de famosos se prestasen a colaborar de forma gratuita, en pasarelas que se hacían en la embajada del Perú. Leonor recibía las felicitaciones de todo el mundo, no sólo por el comportamiento casi profesional de las niñas, que emulaban a las verdaderas modelos, sino por la calidad y el estilo de los trajes que portaban las pequeñas y sus Mariquitas. Las visitas de las nietas del General Franco – Mariola, Merry y Carmencita – a la tienda de Mariquita Pérez dieron la suficiente confianza a Leonor para convencer a las niñas de que se subieran a la pasarela para lucir el mismo conjunto que su muñeca. Además de la colaboración de los niños de la alta aristocracia española, también, acudían a tan altruista acontecimiento personalidades de la vida pública como el alcalde de Madrid. Todo el mundo se sorprendía de la capacidad de la empresaria, que estaba presente en todos los momentos del desfile. desfile1Salía de entre bastidores para presentar a las modelos con guiones escritos de su puño y letra. Tanto en invierno, a cubierto, como en verano, al aire libre, los desfiles quedaron institucionalizados como una actividad más de la vida social de Mariquita Pérez. Estos desfiles tuvieron su colofón cuando los vestidos de la muñeca pasearon por el mítico escenario de la moda internacional: el Watdorf Astoria de Nueva York. Reyes Lara, hija de un famoso fotógrafo de la época, también, fue modelo de Mariquita. Hay multitud de imágenes de esta pequeña pelirroja en la revista Fotos, o en el diario ABC, en las que se le podía apreciar en distintas poses, siempre abrazada a la muñeca.

Sin abandonar la pasarela como soporte publicitario, Leonor se aprovechó de las virtudes de la gran pantalla. El cine contribuyó, de manera decisiva, a ensalzar la imagen de la pequeña de cartón piedra. En los descansos de los cines, aprovechando el cambio de bobina, se proyectaba la imagen fija de la muñeca mientras sonaba indefectiblemente la canción de Mariquita Pérez. La chavalería, entonces, irrumpía en una mar de gritos y vítores. Algunos espectadores mayores, menos entusiastas, coreaban sus sones discretamente y, otros, se decantaban por acercarse a tomar un piscolabis en el ambigú.

El gran acierto promocional de Leonor, sin embargo, fue elegir a una idolatrada actriz de la época para vestir modelos de Mariquita Pérez: Marisol, una pequeña de 12 años, de rostro angelical que, a pesar de su corta edad, podía presumir de contar con una dilatada experiencia ante las cámaras. Marisol, por tanto, se encargó de exhibir los modelos de Mariquita en varias películas. La niña prodigio más emblemática de la España de los 50 y 60 revolucionaba a todo el mundo cuando acudía a probarse algún vestidito a la tienda de Nuñez de Balboa. Marisol bailaba sevillanas a las operarias, que palmoteaban y tarareaban sus cancionesmarsol. Más de una vez tendría que poner orden Leonor: ya se sabe las niñas lo revuelven todo y Marisol no iba a ser una excepción. Esta actriz vistió como Mariquita Pérez en varias películas, entre ellas, Ha llegado un ángel, sin que la empresaria tuviera que pagar por tal publicidad. No obstante, no siempre fue así, ya que en el largometraje, Marisol rumbo a Río, Leonor se negó a prestar sus modelos aduciendo que la actriz desempeñaba el papel de una niña humilde y su vestuario no se correspondía con la imagen pretendida para el producto. En la revista “Mundo Juvenil, revista de los amigos de Marisol”, aparece la actriz en una de sus portadas luciendo juveniles vestidos, que rompieron un poco el esquema educativo ortodoxo de la época, en la revista, la graciosa Marisol contaba sus aventuras de niña adolescente para regocijo de sus amigas. El ímpetu de Leonor la llevó a maquinar, incluso, la producción de una película sobre la Pérez, aunque esa idea tan sólo quedó en agua de borrajas.

Las promociones de la muñeca, también, surgieron de otras mentes: como aquella que quiso comercializar a Mariquita Pérez en grandes superficies. La idea no llegó a cuajar, como tampoco lo hizo la propuesta del propietario de Galerías Preciados de colocar algunas muñecas en su gran almacén de Callao para evitar así los desplazamientos del público hacia las tiendas específicas de la marca. Galerías preciados, hoy absorbida por otra cadena comercial, fue también parte coyuntural en la historia de la muñeca Española, tuvo en exclusiva la venta de muchas muñecas, pero el público infantil, con sus padres a la cabeza, preferían ir a ver estas muñecas a los famosos escaparates de exhibición. Entre el material promocional de Mariquita proliferaron las postales. Se hicieron muy famosas aquellas en que aparecía junto a Juanín de torero y ella vestidita con traje de faralaes.

La exitosa Exposición Nacional de Juguetería que se celebró en 1952 destacó por el espacio ocupado por la muñeca. Esta feria supuso el punto culminante de esplendor de la muñeca. Las niñas, entusiasmadas, rodearon el escaparate de Mariquita, no sin meter en algún aprieto a los responsables de mantener el orden. Desde ese momento, Mariquita Pérez no faltó a ninguna de las reuniones anuales del juguete español. En el centro de cualquier ciudad se improvisaban recintos feriales donde celebrar algún acontecimiento relacionado con Mariquita Pérez. Hiciese frío o calor la chiquillería no se perdía una. Como no lo hicieron durante las cabalgatas de Reyes en las que las niñas y sus muñecas desfilaban por Madrid en unas primorosas carrozas fantásticamente engalanadas para la ocasión.

 

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La labor promocional no tuvo límites, a pesar de las dificultades que ello suponía en la época. Mariquita se coló en las mentes de los españoles por cualquier resquicio. Tanto quienes la criticaban duramente como quienes trataban de ignorarla reconocían que aquella muñeca tenía algo, un nosequé que la hacía especial. La confirmación de Mariquita, como un elemento representativo de la sociedad que le tocó vivir, se fraguó en el retrato que de ella pintó el artista plástico, Álvarez de Sotomayor. Mariquita, junto a una niña, se transfiguró, así, en un símbolo histórico y se elevó a la categoría de obra de arte.

 

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MUY PRONTO CONTINUARA LA PRESENTACION SOBRE PUBLICIDAD.

 

 

 

Diferentes modelos de Juanín

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Ya os habeis dado cuenta – nos relata Mariquita Pérez – de que yo tenía un hermanito con el risueño nombre de Juanín. Me encontraba tan sola y desangelada detrás de los cristales de la tienda, que no paré de protestar, chillar y berrear hasta que mi mamá me complació. Bueno, basta ya de cantinelas – me dijo disgustada – mañana mismo voy a encargar un niño a la cigüeña porque no aguanto más tus lloriqueos. Y así fue. A los pocos meses vino de París – me aclaró mi mamita querida, aunque yo no me lo creí – un bebé simpaticote y agradable al que no dudamos en ponerle Juanín bebé. Bueno eso es todo. Ahora os dejo para que continúe la historia de mi hermano chiquitín y de otros acompañantes que compartieron conmigo los maravillosos escaparates que mi mami se encargaba de engalanar.

Si bien Mariquita Pérez se inventó al final de la Guerra Civil y logró abrirse camino en la dura posguerra, su hermano nació, en 1941,

La creación de Juanín bebé no tuvo un preámbulo tan laborioso y concienzudo como el de su hermana mayor. El nombre surgió rápidamente de forma espontánea. Resultaba un apelativo musical y, además, se identificaba con lo familiar y popular tan en boga por aquel entonces. Juanín, sin embargo, nunca tuvo el honor de alardear con el apellido de su hermana. Juanín Pérez habría resultido un tanto formal y un poco alejado de la imagen alegre y salada pretendida por Leonor.


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Primer modelo de Juanin bebé 

La primera tirada de Juanines superó el millar, pues ya no se trataba de una experiencia piloto: Leonor ya había realizado con Mariquita su peculiar trabajo de campo. Juanín bebé, de esta manera, nació bañado al duco como su hermana, con ojo fijo, pelo pintado y pestañas decoradas. Más que el muñeco en sí, lo que impactaba de Juanín bebé eran los múltiples detalles que jalonaban su vestimenta: las camisitas de arriba abajo, los piquitos o los patucos entusiasmaban a las niñas. El vestuario de este originario Juanín era uno de los más elaborados gracias a los numerosos bordados que llevaba. Usaba zapatitos, babero y pañales braguita en felpa y batista. Las técnicas de realización de su vestuario no escatimaban en gastos ya que se utilizaba el laborioso punto de cruz, festones, bainicas, encajes en sus faldones y entredoses y además, los materiales – por ende – debían de ser los mismos que los de Mariquita; es decir, de primerísima calidad.

Al igual que su hermana Mariquita está realizado en cartón piedra,  la primera tirada juanines tenian el ojo fijo de cristal.

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Primer modelo de Juanin bebé 

Segundo modelo de Juanin bebé

Se  realiza con los mismos materiales que el segundo modelo de Mariquita. Los ojos  son del mismo tipo de cristal, la ceja de trazo,  las pestañas  y el cartón son  de la misma calidad  que el de   su hermana mayor.

Otra particularidad de éste modelo de juanin es la mano abierta.

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Segundo modelo de Juanin bebé, con mano abierta

El primer y segundo  modelo tiene el pelo decorado en un tono mas marcado.

Tercer modelo de Juanin bebé

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Tercer modelo de juanin bebé mano cerrada

La piel de Juanin toma una tonalidad mas morenita el ojo de cristal azul intenso y demas materiales    recuerdan a las mariquitas de 1943.

Cuarto modelo de Juanin bebé

En el cuarte modelo, Juanin tiene ojo acrílico, las manos  abiertas en unos  y en otros cerradas indistintamente

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Como podemos ver,  la evolución de Juanin es paralela a la de su hermana Mariquita

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Juanin de celuloide años 50

En los años 50,  se hace una tirada de  Mariquita y Juanin bebé  de celuloide

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Accesorios de Juanín Bebé

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Cuentos de Mariquita Pérez

CUENTOS MARIQUITA PÉREZ

Mariquita también fue protagonista de cuentos, y se fue haciendo una biografía a través de historias ficticias. Pero ¿quién se encargaría de escribirlas?. La elección de Juan Cuentista como autor de los relatos no fue casual, con ése seudónimo el escritor Torcuato Luca de Tena, sobrino de Mª Pilar, se estrenó en las lides de literatura infantil, a sus diecisiete años de edad.

Por entonces, el muchacho regresó de Chile, donde su padre había sido embajador español y aceptó la oferta de escribir las aventuras de Mariquita Pérez.

El encargado de ilustrarlos con el seudónimo de «Polilla» era un joven estudiante amigo de Torcuato, que posteriormente, ejerció como magistrado y hoy, ya jubilado, recuerda con mucho cariño esta época de su vida.

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El padre de Mariquita Pérez era un coronel retirado, llamado Pánfilo Pérez y su madre se llamaba Leopoldina.

Don Pánfilo era muy feliz con su hija, rubia, preciosa y con ojos azules que se llamaba Mariquita.

En el cuento «La varita mágica», Juan Cuentista entremezcla realidad y fantasía; Mariquita va al colegio de monjas del Sagrado Corazón, donde Mariquita se presenta como una niña muy traviesa y en su imaginación viaja hasta un mundo de hadas y enanos.

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En el segundo cuento «El país de fantasilandia», Marquita junto a su amiga Mariví, viven aventuras increíbles en un país muy extraño donde los sueños se hacen realidad.

Ilustraciones de La varita Mágica, por Polilla:

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Cuando Mariquita Mordía la punta del lápiz era porque estaba pensando algún plan… terrible

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Bandejas, platos, fuentes, dulces, pastas, bombones…

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Rápido como el rayo, arrastró a su amiga tras la cortina

A grandes zancadas D. Pánfilo cruzó los pasillos

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Yo soy el hada Valentina…..

 

Ilustraciones de la aventura de el paias de Fantasilandia, por Polilla

 

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!Qué divertido es mirar los árboles cuando se está aburrida! !

– pensaba Mariví – «parecen fantasmas tontos»

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¡Mamá! – gritó espantada Mariví- ¿No la reconoces? ¡¡Es Mariquita Pérez!!

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Por una escala de nubes subiremos a las estrellas y nos columpiaremos en los rayos de la la luna

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La llevó al lago llamado loquepudoser. Las dos se inclinaron sobre el agua.

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ACCESORIOS MARIQUITA Y JUANIN

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Mariquita y Juanin tenian un ajuar muy completo , disponian  de  los accesorios y complementos adecuados a cada ocasión.  Perchas de madera  con su carita, bolsos de piel con forro de seda,album de fotos monederos, peonzas, bolsa de agua caliente para calentar sus pies en la camita, pañuelos, delantal de costura, y hasta dinero…….

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Para sus viajes y excursines, contaban con manta de viaje y su  termo, cámara de fotos, tomavistas guantes en piel y variedad de maletas y baules.

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Accesorios para el aseo, termómetro para medir la temperatura si se ponian enfermitos,  para embellecerse Mariquita,  muy coqueta, contaba con polvera y carmin.

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Modelos de Mariquita

En este apartado, vamos presentar  la  variedad de modelos  de Mariquita Pérez.

En su larga  trayectoria mariquita fué evolucionado, siguiendo las tendencias  y los gustos  de sus fans, (sus amiguitas) su aspecto fué cambiando.

PRIMER MODELO

Podemos destacar  tres variaciones en el presente modelo de 1939-1940.

  1. Ceja de trazo y ojo azul
  2. Ceja de trazo y ojo color miel
  3. Ceja realizada con aerógrafo.

 

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Primer Modelo

ceja de trazo

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ojo azul intenso

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ceja realizada con aerógrafo

 

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ojo color miel

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Mariquita Pérez reunía las virtudes de la mujer española, en versión infantil: sencillez, gracia y una pizca de coquetería que anunciaba la feminidad. Así, el primer traje de Mariquita fue aquel que se convertiría en el signo corporativo de la empresa: Mi delantal, sencillo vestido de vichy confeccionado con manga farol y cuello bebé, atado con un airoso lazo en la cintura, como complemento, dos lazos en el pelo de la misma tela y un par de alpargatas de suela de esparto a juego. Vendido en la pequeña tienda sin escaparate de Castellana, el grácil vestidito a rayas rojas y blancas demostró a Leonor y María Pilar que su tenaz decisión había sido acertada.

 

 

SEGUNDO MODELO DE MARIQUITA

 

El segundo modelo, mantiene  el mismo molde del primero, tanto para la cabeza como para el cuerpo,   pero se  producen  cambios importantes

  1. Ojo de cristal durmiente,
  2. boca entreabierta.
  3. Sistema andador.
  4. Brazos articulados.

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TERCER MODELO

  1. Andadora , ojo azul, sutiles modificaciones en la peluca.
  2. Ojos color azul  y andadora.
  3. Ojos color azul, le implantan orejas.
  4. Ojos color miel
  5. Ojos color miel, tiene orejas, no tiene  sistema andador. notables cambios en su peluca, algo mas larga y con rizos.

 

 

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Historia de Mariquita Pérez

San Sebastián 1938- 1939

Trascurría el verano de 1938, Leonor Coello de Portugal, hija del conde Coello de Portugal, que residía en San Sebastián durante la Guerra Civil Española, paseaba por la playa de la Concha con su pequeña de dos años Leonorcita que muy contenta llevaba una muñeca alemana, era el premio conseguido por su madre en una rifa, para la que la propia Leonor había confeccionado un vestido idéntico al de su hija.

 
 Mariquita Pérez Primer Modelo (1940)

Aquellas dos niñas, la de carne y hueso y la de porcelana suscitaban mucho interés y sorpresa entre bañistas y transeúntes. El éxito era tal, que en sus recorridos por la citada playa, la gente se paraba para ver a aquella niña rubia con ojos azules que portaba en sus bracitos una muñeca con idéntico vestido.

Leonor con sus 34 años y su enorme capacidad creativa, diseñaba, cortaba y cosía graciosos vestidos para su hija y para la muñeca.

No imaginaba que esa muñeca que llegó a sus manos procedente de Alemania iba a ser el embrión del negocio de su vida. Leonor que revelaba una enorme visión comercial, pensó enseguida convertir a su hija en el modelo que prestase su imagen a una muñeca nueva, distinta, especial, «la muñeca que viste como una niña».

A pesar de la idea, la falta de capital le impedía poner en marcha el negocio, por lo que consultó entre sus amistades más cercanas para que le ayudasen a sufragar el proyecto. Hasta que finalmente encontró a su socia capitalista en su antigua compañera de colegio, Mª del Pilar Luca de Tena. En plena contienda bélica los dueños de Abc, mantenïan una posición económica desahogada.

El negocio ya estaba en marcha, dos millones para empezar, aportados por Maria Pilar y por la madre del después novelista Torcuato Luca de Tena. No obstante quedaba todo por hacer, buscar el nombre inventar una historia y lo que es mas importante, crear la muñeca en sí.

Leonor quería un nombre muy español y para ello pensó en consultar a los amigos y compañeros de tertulia de su marido Manuel de Góngora, escritor y redactor jefe de Blanco y Negro, entre los que se encontraban intelectuales de la talla de Jacinto Guerrero, músico y autor de zarzuelas; Luis Escobar, director teatral; Felipe Sassone, novelista y diplomático; Jacinto Benavente, premio novel de literatura Eugenio d’Ors, filósofo y académico de la lengua y Víctor de la Serna, escritor, que escuchaban atónitos la petición de Leonor. «Un nombre para su muñeca» y no daban crédito a sus oídos, tantos años de estudio y erudición para encontrarse delante de sus cuartillas garabateando nombres y apellidos para una muñeca, y al fin encontraron lo que Leonor perseguía, un nombre y apellido común, y muy español, Mariquita Pérez.

CAMINO A ONIL 1939

para iniciar su empresa y con un nombre para su muñeca.

a mano en cartón piedra a base de una mezcla de escayola, polvos de talco y pegamento, composición denominada gacha por los artesanos levantinos, una vez seca se afinaba con una lija para darle las curvas.

El cuerpo formado por cinco piezas una vez seco se unía a la cabeza mediante gomas elásticas, después se pintaba al duco, y se le colocaban los ojos fijos de cristal color miel ó azul, la peluca de cabello natural de melenita corta las pestañas superiores decoradas, las cejas de un solo trazo la boca cerrada y colorete en sus mejillas. Su altura era de 46 cm, representaba a una niña de siete años sana y hermosa.

ccionadas en noviembre se vendieron todas en diciembre a un precio de 85 pesetas, así reflejan los catálogos en 1940. La muñeca era un producto de lujo accesible solamente a las clases pudientes, sirva como dato indicativo que el salario medio mensual no alcanzaba las 150 pesetas, por entonces los españoles atravesaban malos momentos y penuria económica.

 

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PRESENTACIÓN EN SOCIEDAD.

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La fiesta de inauguración de la primera tienda Mariquita Pérez donde se presentó a la muñeca en sociedad, el 11 de noviembre de 1940 en la Avenida del Generalísimo, actual Paseo de la Castellana número 12, fue todo un acontecimiento social en el Madrid de la posguerra.

Se presentó con un vestido llamado mi delantal, confeccionado en tela de vichí a rayas rojas y blancas, unos lazos en el pelo de la misma tela y zapatillas de esparto a juego.

Bien ataviadas y lujosamente empacadas en las cajas de cartón decoradas con las emblemáticas rayas rojas y blancas, elaboradas por Ricardo Gamarra en la fabrica La Competidora de Madrid.

LA MUÑECA QUE SE VISTE DE VERDAD

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Mariquita con su eslogan «la muñeca que se viste de verdad» tuvo tal éxito que en tan solo mes y medio se vendieron las mil muñecas para deleite y sorpresa de las dos socias y más aún de Santiago Molina cuya apuesta creyó imposible por su elevado precio.

 

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Ante el rotundo éxito de Mariquita Pérez, seis años más tarde el espacio se hizo pequeño y la tienda es trasladada a la calle Serrano número 8, en cuyo artístico escaparate se expondría, para deleite de niños y adultos, la muñeca con su rico vestuario que cambiaba con cada temporada, convirtiéndose en fiel reflejo de la moda imperante en cada momento durante décadas.
Poco después, y a medida que el negocio iba creciendo, la sede central de la empresa se instaló en una casa de tres pisos en la calle Núñez de Balboa 52. El taller de fabricación de muñecas y confección de ropa estaba situado en la planta baja y las plantas superiores se destinaron a salas de canastillas, tienda de trajes para niñas, que así podían vestir igual que sus muñecas y un salón para acomodar a la clientela, por aquel entonces la compañía ya contaba con 25 empleadas entre diseñadoras, cortadoras, costureras, etc. A esto hay que añadir una planchadora y cinco trabajadoras más que se dedicaban por entero a los trajes de la muñeca.
En esta nueva época, Leonor disfrutó volcándose en el diseño de los vestidos y complementos para su muñeca y sorprendió a todos los Españoles realizando abrigos de paño a juego con los sombreros de fieltro, y guantes combinando con los calcetines. Se conservó el traje a rayas rojas y blancas. Los zapatos de la muñeca eran de piel o charol.
La ropa interior, de tres piezas – camisa, combinación y bragas -, era muy coqueta: llevaba puntillas, entredoses con pasacintas, algún bordado y lazos; también, contó con justillo y fajitas.
 Las Mariquitas de pelo rizado, diseñadas entre 1943 y 1945, fueron las que mayor éxito alcanzaron, precisamente, por el peinado más desenfadado y juvenil que lucían.
Mediante este anuncio en el diario»Abc» Mariquita y Juanin avisan de la mudanza a Serrano 8
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                      Los escaparates de Serrano 8 -recreaban escenas muy variadas y diveritidas

 

 

La muñeca de porcelana antigua. Por Marisol Valverde

Marisol Valverde De Carlos,

coleccionista de muñecas antiguas

Introducción

Queridas amigas y amigos de Mariquita Pérez y con los que comparto la afición por las muñecas antiguas de colección. Estas muñecas que, pasada ya una vida, quedaron relegadas al olvido, y después de ser las compañeras de juegos y confidentes de alegrías y penas de alguna niña, pasaron largos años en el fondo de un armario o de un viejo baul.

Nosotros, los coleccionistas de muñecas antiguas, las rescatámos de esa larga noche, y con el cariño que ponemos en ellas, les devolvemos a la “vida” arreglándolas y restituyéndoles, cuando es necesario, sus vestidos, pelucas, elásticos y demás elementos perdidos. De esta forma conseguimos que la muñeca vuelva a sonreir, y posiblemente la que en otro tiempo fuera su dueña y amiga también sonreirá desde allá donde se encuentre.

Os aconsejo que cultivéis vuestra afición, pues conciendo bien a estos “quasi-seres” sabréis respertarlas sin añadir en ellas nada que pueda desvirtuarlas.

Todo arreglo debe de estar sujeto a lo justo e imprescindible y toda restitución debe de ser de acuerdo con la época, fabricante o creador, y módelo, para que conserve su “dignidad” e identidad y también nosotros, tal y como lo hiciera aquella persona que ni siquiera conocimos, podamos disfrutarla y dejemos tras nosotros un legado cutural con el que generaciones futuras puedan también disfrutar y aprender de épocas pasadas.

Una muñeca antigua es un testigo mudo de una época, de la forma de vida de una sociedad, en fin, de una cultura. Si aprendemos a leer en ellas, o a “escucharlas” seguro que veremos en este objeto de colección algo próximo y que a la vez nos transporta a otra época, la suya, lo que a nuestros ojos resulta fascinante.

Quiero en mi presentación contaros brevemente el por qué de esta afición tan fuerte y que al mismo tiempo de producirme el placer de poder contemplar un objeto hermoso, me emociona y conmueve.

En la primera pantalla vereís una serie de fotos y una muñeca. La muñeca en sí misma no es una pieza de alto valor material. Se trata de una muñeca tipo Mochtmann de 1865 (fecha de la foto). Buscándola en las fotos vereís que una niña la sostiene en sus brazos, ella es mi abuela paterna. Esa muñeca la pusieron en mis manos el día de mi primera comunión en el año 1950. Desgraciadamente la rompí, por lo que está restaurada, y durante muchos años estuvo guardada y no la volví a ver.

Crecí entre mis tías por parte paterna y materna, ya que vivían en casa de mis padres, todas ellas nacidas en el siglo diecinueve, incluso mi madre, la más joven de ellas, nacida en 1899. Al ser la única niña entre cinco hermanos, conviví mucho con ellas, y además de los cuentos que me narraban, me resultaban especialmente atractivas todas las vivencias que ellas me relataban de aquel final del siglo XIX. Sus juegos, y especialmente las muñecas, despertaban toda mi imaginación y soñaba con haber podido también vivir en aquella época ya que entonces me parecía mucho más fascinante que la mía.

Años mas tarde y después de que mis cuatro hijas crecierán y mi madre falleciera ya de avanzada a edad, volví a pensar mirando a la antigua muñeca de mi abuela en las otras muñecas del XIX y de las que yo no conocía practicamente nada, salvo que existieron. A partir de entonces comenzó la búsqueda, y con cada muñeca que conseguía venían también las ganas de aprender e investigar. Cuantos más conocimientos se van adquierndo más se disfruta de estos objetos de colección que llegan a ser tan entrañables por todo lo que nos transmiten.

Mis conocimientos sobre la muñeca antigua de colección están principalmente centrados en la muñeca y BÉBÉ francés de la segunda mitad del XIX y en el BÉBÉ de carácter, tanto alemán como francés, de las dos primeras décadas del XX. Además del BÉBÉ francés de porcelana, me atraen también especialmente las muñecas de moda o “Parisiennes” del periodo de 1865 a 1880; los primeros BÉBÉS de papel maché recubiertos de cera y que fueron fabricados a partir de 1855; los de cera de esa misma época y fabricados en Inglaterra principalmente por Pierotti y por Montanari, fabricantes de origen italiano allí afincados; y las muñecas tipo “Parian” del periodo 1865 a 1875-80, con un biscuit tan claro que le encontraban una cierta apariencia al marmol de Parós (de ahí su nombre).

Por qué soy amiga de Mariquita Pérez? Pués porque la muñeca de las décadas de los 40 y de los 50 del siglo pasado fue la de mi niñez, y porque tengo el privilegio de ser amiga de Chelo Yubero y Javier Conde, los más importantes coleccionistas y los mejores conocedores de la muñeca española. Junto a ellos he aprendido a conocerla y por lo tanto a saber valorarla. Para poder disfrutar tanto de la muñeca antigua como de la muñeca española contemporanea, hay que saber situar a unas y otras en su propia época y jamás establecer una comparación. Todas ellas nos transmiten la cultura y forma de vida de una época, la suya. Dejemos pués que nos “hablen”.

Modo de idenfificar una muñeca antigua

1. Buscar si tiene marcas en la nuca y/o cifras:

En la muñeca francesa del XIX la cifra corresponde a la talla. Como excepción el BÉBÉ JUMEAU de carácter que está también marcado con el número de molde.

En las muñecas de fabricación alemana figurán los siguientes datos: número de talla, número de molde y anagrama o siglas de la marca.

Las marcas en la nuca habitualmente están realizadas en inciso. También existe la marca con tampón como el conocido ejemplo del tampón rojo del BÉBÉ JUMEAU a partir de 1890.

2. Comprobar a la vez si el cuerpo está marcado:

Las marcas del cuerpo suelen encontrarse en la espalda, zona lumbar, en el costado en el caso del BÉBÉ Steiner, o bajo el tronco en el caso del BÉBÉ SCHMITT ET FILS.

Elementos a comprobar al interesarse por una muñeca

  1. La cabeza y el cuerpo deben corresponder al mismo fabricante y época (existen en el mercado muñecas manipuladas y ensambladas anárquicamente).
  2. Verificar el estado de la porcelana, preferiblemente al trasluz, iluminando el interior de la cabeza con una lámpara o linterna. Hay que tener encuenta que el más ligero pelo o fisura la devaluan en un 50%.
  3. Revisar que elementos conserva de origen o han sido restituidos: peluca, ropa, zapatos, etc. Una muñeca o BÉBÉ con su ropa y zapatos de origen, aún estando deteriorados, tiene más valor que si está vestida con ropa que no es de origen.

Todos estos factores, tienen consecuencias en la valoración de una muñeca y es importante tenerlos en cuenta a la hora de fijar las condiciones de adquisición de una muñeca como pieza de colección.

 

 

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