CUENTOS MARIQUITA PÉREZ
Mariquita también fue protagonista de cuentos, y se fue haciendo una biografía a través de historias ficticias. Pero ¿quién se encargaría de escribirlas?. La elección de Juan Cuentista como autor de los relatos no fue casual, con ése seudónimo el escritor Torcuato Luca de Tena, sobrino de Mª Pilar, se estrenó en las lides de literatura infantil, a sus diecisiete años de edad.
Por entonces, el muchacho regresó de Chile, donde su padre había sido embajador español y aceptó la oferta de escribir las aventuras de Mariquita Pérez.
El encargado de ilustrarlos con el seudónimo de «Polilla» era un joven estudiante amigo de Torcuato, que posteriormente, ejerció como magistrado y hoy, ya jubilado, recuerda con mucho cariño esta época de su vida.
El padre de Mariquita Pérez era un coronel retirado, llamado Pánfilo Pérez y su madre se llamaba Leopoldina.
Don Pánfilo era muy feliz con su hija, rubia, preciosa y con ojos azules que se llamaba Mariquita.
En el cuento «La varita mágica», Juan Cuentista entremezcla realidad y fantasía; Mariquita va al colegio de monjas del Sagrado Corazón, donde Mariquita se presenta como una niña muy traviesa y en su imaginación viaja hasta un mundo de hadas y enanos.
En el segundo cuento «El país de fantasilandia», Marquita junto a su amiga Mariví, viven aventuras increíbles en un país muy extraño donde los sueños se hacen realidad.
Ilustraciones de La varita Mágica, por Polilla:
Cuando Mariquita Mordía la punta del lápiz era porque estaba pensando algún plan… terrible
Bandejas, platos, fuentes, dulces, pastas, bombones…
Rápido como el rayo, arrastró a su amiga tras la cortina
A grandes zancadas D. Pánfilo cruzó los pasillos
Yo soy el hada Valentina…..
Ilustraciones de la aventura de el paias de Fantasilandia, por Polilla
!Qué divertido es mirar los árboles cuando se está aburrida! !
– pensaba Mariví – «parecen fantasmas tontos»
¡Mamá! – gritó espantada Mariví- ¿No la reconoces? ¡¡Es Mariquita Pérez!!
Por una escala de nubes subiremos a las estrellas y nos columpiaremos en los rayos de la la luna
La llevó al lago llamado loquepudoser. Las dos se inclinaron sobre el agua.